Hola a tod@s,hace mucho tiempo que no escribo nada de mi vida ni de mis sentimientos aneurismaticos,porque tampoco tenia mucho que contar,hacia mucho tiempo que no pasaba un año entero sin tener que ingresar para ningun control y eso me hizo olvidarme un poco del tema,pero ahora que llega abril y se aproxima mi nuevo control angiografico,todo en mi se remueve,esos sentimientos encajonados por un año entero ya estan aqui de nuevo.
Miedo?Pues si no lo voy a negar,siempre temo lo que me van a decir,espero que todo siga al menos igual que hasta ahora,eso para mi seran buenas noticias,porque no puedo esperar que desaparezcan por un milagro,jejeje,pero lo que peor llevo es volver a pasar por otra angiografia que no deja de ser otro control sin mas,creo que ya llevo doce o trece ya perdi la cuenta y ya estoy un poco cansada,estos dias me dan bajon y eso que soy muy positiva pero casi prefiero que me operen de una buena vez y acabar,Ya se que estareis pensando que soy una quejica y que tengo mucha suerte de estar viva,eso todo ya lo se y ya me lo digo yo a mi misma cada mañana,pero cuando llegan estos dias no me consuela mucho,porque es empezar de nuevo y no acabar nunca ya son cinco años y no encuentran ningun remedio para mi,ni stents,ni operar ni embolizar ,todo es muy peligroso para mi,eso dicen los medicos,y que lo mejor es dejarlo como esta,pues nada asi será.
Perdon por el toston,me aburro a mi misma,jejeje,pero me apetecia contaros lo que siento,lo bueno es que soy fuerte y despues de la angiografia cuando pasen un par de dias voveré a estar arriba,que remedio,jejeje, ya os contaré como salio todo,besos......
sábado, 27 de marzo de 2010
Carta de tu cerebro
Hola a todos!!!! Espero que estéis todos bien. Una compañera australiana copió esta carta en otro foro y la he traducido. Me recordó la dureza del principio y también cosas importantes que siempre debo tener en cuenta. Yo quiero mucho a mi cerebro después de lo que ha pasado y ésta carta de verdad que me llegó. Quería compartirla con Uds.
Saludos.
¡Hola!
¡Me alegra ver que estás despiert@!. Este es tu cerebro que te habla. Tenía que encontrar alguna forma de comunicarme contigo. Me siento como si a duras penas hubiese sobrevivido a la Tercera Guerra Mundial y aún no me siento del todo de una pieza. Por eso te necesito. Necesito que cuides de mí.
A medida que el tiempo pase y tú y yo nos sintamos cada vez mejor, la gente, incluso los médicos, te dirán que ya estamos bien. "Es hora de que sigas adelante con tu vida". Eso me suena bien y probablemente te suene a tí aún mejor. Pero antes de que salgas corriendo de vuelta al ancho mundo, necesito que me escuches, que me escuches de verdad. No me apartes de tí. No me ignores. Cuando me meta en líos necesitaré tu ayuda como nunca lo había hecho anteriormente.
Sé que quieres creer que las cosas van a ser igual que antes. Haré todo lo que pueda para que eso ocurra. El problema es que demasiada gente en nuestra situación se impacienta e intenta acelerar el proceso de curación. O cuando sus cerebros no pueden recuperarse del todo lo niegan y en vez de adaptarse, fuerzan sus cerebros a funcionar de maneras que ya no pueden. Algunas personas fuerzan sus cerebros hasta que sufren un ataque o algo peor....Tengo miedo. Tengo miedo de que vayas a hacerme eso. Si no me aceptas estoy perdid@. Los dos lo estaremos.
¿Cómo puedo decirte lo mucho que te necesito ahora? Necesito que me aceptes como soy hoy....no por lo que solía ser o por lo que pueda ser en el futuro. Tanta gente está tan ocupada fijándose en lo que sus cerebros solían hacer, como si los logros del pasado fuesen varillas mágicas para medir el éxito o los fracasos del presente, que no pueden ver sus progresos. Es como si sintieran culpabilidad o verguenza por haber sufrido este percance. Tonto, ¿verdad?
Por favor no te averguences de mí o te sientas culpable. Estamos bien. Hemos llegado hasta aquí. Si trabajamos juntos aún podremos llegar más lejos. No puedo decirte cuanto. No te haré falsas promesas. Sólo puedo prometerte ésto: que lo haré lo mejor que pueda.
Lo que necesito de tí es lo siguiente: como ninguno de los dos sabe hasta qué punto estoy dañado (las cosas aún están poco claras para mí) o hasta qué punto me voy a recuperar, o a qué velocidad, por favor vé d-e-s-p-a-c-i-o cuando comiences a reemprender tu vida. Si te doy un dolor de cabeza, o te hago sentir mál en el estómago, o te hago sentirte anormalmente irritable, consus@ o desorientad@, o tienes la sensación de que te estás sobrepasando, es que estoy intentando atraer tu atención. Detente y escúchame.
Me fatigo fácilmente desde sufrir el percance y no puedo triunfar bajo sobrecarga. Quiero triunfar tanto como tú. Quiero estar todo lo bien que pueda estar, pero necesito hacerlo a un ritmo diferente al de antes. Ayúdame a ayudarnos prestando atención y haciendo caso de los mensajes que te envío.
Yo haré mi parte en intentar conseguir que volvamos a remontar el vuelo. Me preocupa un poco que si no vuelvo a ser exactamente como era antes.......me rechaces y que incluso quieras matarnos. Otras personas han querido matar sus cerebros y algunos hasta lo han conseguido. No quiero morir y no quiero que tú te mueras.
Deseo que vivamos, que respiremos y que existamos, aún cuando no signifique lo mismo que antes. Diferente puede ser mejor. También puede ser más duro pero no quiero que te rindas. No me des por pérdido. No te des a tí mism@ por perdid@. Nuestra hora aún no ha llegado. Hay cosas que quiero hacer y que quiero intentar, incluso si hay que intentar hacerlas de otra manera. No es fácil. Tengo que trabajar muy duro, mucho más duro y sé que tú también. Veo personas menospreciarlo y no comprender. No me importa. Lo que sí me importa es que tú comprendas lo duro que estoy trabajando y cuánto deseo ser lo mejor que pueda. Pero necesito que cuides de nosotros todo lo bien que sepas.
No te averguences de mí. Estamos viv@s. Estamos aquí. Quiero tener la oportunidad de demostrarte de qué pasta estamos hech@s. Quiero enseñarte las cosas verdaderamente importantes de la vida. Tenemos otra oportunidad de ser mejores, de aprender lo que realmente cuenta. Cuando sea el momento de nuestra partida definitiva quiero poder mirar atrás y sentirme bien sobre lo que hicimos de nosotros mism@s y de nuestra vida, incluyendo ésta herida. No puedo hacerlo sin tí. No puedo hacerlo si me odias por la forma en que éste daño me ha afectado a mí y a nuestra vida junt@s. Por favor, no te amargues por la pena. Eso me hundiría.
Por favor, no me rechaces. Hay muy poco que pueda hacer sin tí, sin tu determinación de no rendirte. Cuida bien de nosotros. Te necesito mucho, especialmente ahora.
Copyright 1996 Stephanie St.Claire
Reimprimible y reutilizable para uso personal sin fines comerciales
Saludos.
¡Hola!
¡Me alegra ver que estás despiert@!. Este es tu cerebro que te habla. Tenía que encontrar alguna forma de comunicarme contigo. Me siento como si a duras penas hubiese sobrevivido a la Tercera Guerra Mundial y aún no me siento del todo de una pieza. Por eso te necesito. Necesito que cuides de mí.
A medida que el tiempo pase y tú y yo nos sintamos cada vez mejor, la gente, incluso los médicos, te dirán que ya estamos bien. "Es hora de que sigas adelante con tu vida". Eso me suena bien y probablemente te suene a tí aún mejor. Pero antes de que salgas corriendo de vuelta al ancho mundo, necesito que me escuches, que me escuches de verdad. No me apartes de tí. No me ignores. Cuando me meta en líos necesitaré tu ayuda como nunca lo había hecho anteriormente.
Sé que quieres creer que las cosas van a ser igual que antes. Haré todo lo que pueda para que eso ocurra. El problema es que demasiada gente en nuestra situación se impacienta e intenta acelerar el proceso de curación. O cuando sus cerebros no pueden recuperarse del todo lo niegan y en vez de adaptarse, fuerzan sus cerebros a funcionar de maneras que ya no pueden. Algunas personas fuerzan sus cerebros hasta que sufren un ataque o algo peor....Tengo miedo. Tengo miedo de que vayas a hacerme eso. Si no me aceptas estoy perdid@. Los dos lo estaremos.
¿Cómo puedo decirte lo mucho que te necesito ahora? Necesito que me aceptes como soy hoy....no por lo que solía ser o por lo que pueda ser en el futuro. Tanta gente está tan ocupada fijándose en lo que sus cerebros solían hacer, como si los logros del pasado fuesen varillas mágicas para medir el éxito o los fracasos del presente, que no pueden ver sus progresos. Es como si sintieran culpabilidad o verguenza por haber sufrido este percance. Tonto, ¿verdad?
Por favor no te averguences de mí o te sientas culpable. Estamos bien. Hemos llegado hasta aquí. Si trabajamos juntos aún podremos llegar más lejos. No puedo decirte cuanto. No te haré falsas promesas. Sólo puedo prometerte ésto: que lo haré lo mejor que pueda.
Lo que necesito de tí es lo siguiente: como ninguno de los dos sabe hasta qué punto estoy dañado (las cosas aún están poco claras para mí) o hasta qué punto me voy a recuperar, o a qué velocidad, por favor vé d-e-s-p-a-c-i-o cuando comiences a reemprender tu vida. Si te doy un dolor de cabeza, o te hago sentir mál en el estómago, o te hago sentirte anormalmente irritable, consus@ o desorientad@, o tienes la sensación de que te estás sobrepasando, es que estoy intentando atraer tu atención. Detente y escúchame.
Me fatigo fácilmente desde sufrir el percance y no puedo triunfar bajo sobrecarga. Quiero triunfar tanto como tú. Quiero estar todo lo bien que pueda estar, pero necesito hacerlo a un ritmo diferente al de antes. Ayúdame a ayudarnos prestando atención y haciendo caso de los mensajes que te envío.
Yo haré mi parte en intentar conseguir que volvamos a remontar el vuelo. Me preocupa un poco que si no vuelvo a ser exactamente como era antes.......me rechaces y que incluso quieras matarnos. Otras personas han querido matar sus cerebros y algunos hasta lo han conseguido. No quiero morir y no quiero que tú te mueras.
Deseo que vivamos, que respiremos y que existamos, aún cuando no signifique lo mismo que antes. Diferente puede ser mejor. También puede ser más duro pero no quiero que te rindas. No me des por pérdido. No te des a tí mism@ por perdid@. Nuestra hora aún no ha llegado. Hay cosas que quiero hacer y que quiero intentar, incluso si hay que intentar hacerlas de otra manera. No es fácil. Tengo que trabajar muy duro, mucho más duro y sé que tú también. Veo personas menospreciarlo y no comprender. No me importa. Lo que sí me importa es que tú comprendas lo duro que estoy trabajando y cuánto deseo ser lo mejor que pueda. Pero necesito que cuides de nosotros todo lo bien que sepas.
No te averguences de mí. Estamos viv@s. Estamos aquí. Quiero tener la oportunidad de demostrarte de qué pasta estamos hech@s. Quiero enseñarte las cosas verdaderamente importantes de la vida. Tenemos otra oportunidad de ser mejores, de aprender lo que realmente cuenta. Cuando sea el momento de nuestra partida definitiva quiero poder mirar atrás y sentirme bien sobre lo que hicimos de nosotros mism@s y de nuestra vida, incluyendo ésta herida. No puedo hacerlo sin tí. No puedo hacerlo si me odias por la forma en que éste daño me ha afectado a mí y a nuestra vida junt@s. Por favor, no te amargues por la pena. Eso me hundiría.
Por favor, no me rechaces. Hay muy poco que pueda hacer sin tí, sin tu determinación de no rendirte. Cuida bien de nosotros. Te necesito mucho, especialmente ahora.
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